virulientos
pues ahora resulta que con la influenza porcina la gente ya no te quiere saludar, andamos en el trabajo con cubre bocas y todo el rollo para evitar el contagio, nunca me habĂa tocado ver una psicosis de tal magnitud, espero que las cosas se calmen y se resuelvan con el transcurso del tiempo antes de que nos matemos entre nosotros mismos.
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